26 mayo 2011

Corzo

De pequeño tamaño, similar al de una oveja, y con coloración uniforme, que varía con la época del año, pasando de una coloración grisácea en invierno a un pelaje estival de tonalidad castaña. Cuenta con una cola muy corta, de apenas unos centímetros, que se pierde en el característico escudo anal de la especie, este en forma de corazón invertido y color blanco en invierno y más amarillento en verano. El bozal negro, que contrasta con el color blanco de la barbilla y labio superior, es otro rasgo muy marcado en la especie, que resulta inconfundible dentro de los cérvidos.
Al tener las cuartos traseros más largos y elevados que los delanteros, adopta un aspecto desproporcionado, viéndose  obligado a andar a pequeños saltitos, lo que le confieren además un aspecto grácil y simpático.
El corzo, que emite un sonido llamado “ladrido”, por su similitud al de los cánidos, se considera un animal predominantemente forestal, que sale a campo abierto en contadas ocasiones durante el final del invierno y la primavera para añadir algunas hierbas a su dieta, basada en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Sus hábitos son crepusculares, viéndosele rara vez durante el día, que suele pasar escondido entre la espesa vegetación.
El tamaño del corzo, también de su cuerna, va a depender mucho del alimento y estado de salud del animal, también hay diferencias locales de tamaño dentro de la población ibérica, siendo los corzos cantábricos los que alcanzan mayores tallas y pesos, mientras que los andaluces son sensiblemente menores, seguramente como adaptación a un clima y vegetación determinados.
Los machos tienen una cuerna poco ramificada que pierde entre octubre y noviembre, comenzando a crecer el mismo día del desmogue previo y está totalmente completa y mineralizada entre marzo y mayo. La cuerna se compone de una guía principal acabada en punta, que se inserta en los pivotes óseos del cráneo mediante un ensanchamiento denominado roseta. Aproximadamente en la primera mitad anterior de esta guía principal surge una punta dirigida hacia adelante y hacia arriba denominada luchadera. En el último tercio de la guía de la cuerna aparece una segunda punta, dirigida posteriormente, denominada garceta. Así la configuración de la cuerna del corzo es relativamente sencilla y con tres puntas.

Aguardo de jabalí en Los Filabres (Almeria)



Aguardo de jabalí en la Sierra de los Filabres en Almería. Paciencia y suerte fueron las claves en esta jornada de caza.

23 mayo 2011

Jabalí ;)







 En la península ibérica se localizan dos subespecies que se diferencian por el pelaje:

-         - El Sus scofra castilianus, en el que el pelaje está integrado por cerdas y borra.
  - El Sus scofra baeticus, que es el que se localiza en nuestra zona, en el que el pelaje es solo cerdas.

El jabalí  es un mamífero de tamaño mediano provisto de una cabeza grande y alargada, en la que destacan unos ojos muy pequeños. El cuello es grueso y las patas son muy cortas, lo que acentúa aún más su rechoncho cuerpo, en el que es mayor la altura de los cuartos delanteros que los traseros, a diferencia del cerdo doméstico, que por evolución genética ha desarrollado más la parte posterior de su cuerpo, donde se localizan las piezas que alcanzan más valor en el mercado de las carnes.

Aunque de mala vista ésta está compensada con un importante desarrollo del olfato y del oído. El olfato es un sentido muy desarrollado, de modo que le permite detectar alimento o enemigos a más de 100 metros de distancia,  localizar trufas y otros vegetales y animales bajo tierra. El oído está también muy desarrollado y puede captar sonidos imperceptibles para el oído humano.

Sus pelos son gruesos y negros midiendo entre 10 y 13 cm en la cruz y unos 16 cm en la punta de la cola. El color de la capa o pelo es muy variable y va ir desde colores grisáceos a negro oscuro, pasando por colores rojizos y marrones. Las patas y el contorno del hocico son más negras que el resto del cuerpo. La crin que recorre el lomo a partir de la frente, se eriza en caso de cólera. El cambio de pelo tiene lugar hacia mayo o junio, aunque la hembra con crías muda más tarde. En verano las cerdas son más cortas.

Las crías, que nacen con unas características rayas longitudinales a lo largo del cuerpo, lo que les ha dado el nombre de rayones, posteriormente desaparecen a lo largo de los primeros meses de vida y su pelaje se oscurece, pasando del rojo (bermejo) en los primeros meses, al marrón y negro en los ejemplares adultos.
 
Muy sociable, no es territorialista, y  se desplaza en grupos matriarcales, normalmente de tres a cinco animales formados por hembras y sus crías, aun cuando nosotros hemos llegado a ver grupos superiores a los veinte individuos. La jabalina (hembra del jabalí) dominante es la de mayor edad y tamaño. Los jóvenes machos de un año, llamados bermejos, viven en la periferia del grupo. Exceptuando el período de celo, los machos en edad reproductora son más bien solitarios, aun cuando los individuos mayores suele ir acompañados por un macho más joven conocido como el escudero.

El jabalí durante el día es normalmente sedentario, pero durante la noche puede recorrer distancias considerables, que pueden ir desde los 2 a 14 Kms por noche, normalmente al paso cruzado o al trote ligero (J. Reichholf, 1995), mientras que en las huidas pueden practicar un vivo galope, que sin embargo solo pueden mantener durante un corto periodo de tiempo.

En el bosque, utiliza casi siempre los mismos pasajes para sus correrías, pero en el caso de las hembras preñadas o con crías, se vuelven más sedentarias.

Durante el período de celo, de noviembre a enero, el jabalí macho busca hembras receptivas de un modo tan activo que a veces llega a olvidarse de su propia alimentación. En cuanto encuentra una piara, comienza expulsando a los jóvenes del año anterior. En caso necesario, lucha contra sus rivales para conquistar a las jabalinas, generalmente dos o tres, pero en ocasiones hasta ocho.

Los baños de barro desempeñan un importante papel en la ecología de la especie, considerándose que tienen varias funciones. Así: aseguran su regulación térmica, en cuanto que el jabalí no suda al tener las glándulas sudoríparas atrofiadas. De igual modo se ha considerado que los baños de barro tienen un importante papel en las relaciones sociales de la especie e incluso se ha descrito un papel en la selección sexual, de modo que si mientras en el verano usan las bañas de barro todos los jabalíes, sin distinciones de sexo ni edad, durante la época de celo parecen reservadas casi exclusivamente a los machos adultos, de modo que se ha considerado (Pedro Fernández-Llario, 2004), que estos baños pueden estar ligados a la persistencia de los olores corporales sobre un sustrato estable como el que el que proporciona una capa de barro adherida al pelo, sin olvidar las funciones de marca territorialista o incluso sanitarias que tienen para la especie los baños en barro.

El jabalí se adapta a todo tipo de hábitats siempre que disponga de una mínima cobertura y alimento, aunque prefiere los lugares con una vegetación alta donde poder camuflarse y abunde el agua para beber y revolcarse en el lodo y barro. Sus hábitats predilectos son los encinares y los macizos forestales caducifolios o mixtos, sobre todo si están poco visitados y su nivel inferior es rico en maleza, zarzas y espinos donde pueda revolcarse en seco y al abrigo del viento. Pero también se le encuentra en el matorral mediterráneo (maquia) y marismas, sin desdeñar las áreas de cultivo, siempre que mantengan una mínima cobertura de arbolado o arbustos donde protegerse. En caso necesario, nada bien y durante mucho tiempo. Soporta fácilmente los rigores del invierno gracias a su pelaje y dura capa de piel lo que le permite permanecer en invierno en la zona de alta-media montaña sin mayores problemas que los derivados de la falta de alimentos.

 Principales problemáticas: La inexistencia de depredadores naturales y el abandono de los poblamientos humanos de los montes, ha motivado que la especie haya proliferado en exceso, por lo que se hace necesario su control cinegético. Los daños en los cultivos y plantaciones, así como la incidencia en otras especie de fauna, que pueden verse seriamente amenazas en su supervivencia por la presencia de jabalíes, es otra de sus principales problemáticas. De hecho se ha constatado que donde abunda el jabalí disminuye la biodiversidad de modo preocupante, aun cuando puede representar un efecto beneficioso sobre el control de la población de roedores, insectos y lavas perjudiciales. La labor de enterramiento de semillas, así como la aireación de la tierra con sus hozadas, es otro aspecto beneficioso para la naturaleza de forma general.  

LÉXICO DEL JABALÍ

Con la edad el jabalí va adquiriendo una serie de nombres muy característicos: 

-     - Jabato o rayón. Cría pequeña de corta edad en la que la capa tiene unas características rayas longitudinales. También puede llamarse cochastro al jabato pequeño o de leche, pero es palabra poco usual.

-     - Bermejo. A los ejemplares jóvenes que, no siendo rayones, aún no han madurado y tampoco tiene el color de un adulto. Bermejo por su color rojo.

-     - Escudero. Al macho joven que acompaña a un adulto.

-     - Jabalina. La hembra adulta que ha sido ya madre.

     - Varraco. El macho adulto con ostensible capacidad reproductora.













19 mayo 2011

El Ciervo (Venao) ;)







Tienen patas delgadas, pezuñas partidas en dos y largos cuellos con cabezas largas y finas, aptas para el ramoneo o el pastoreo, salvo algunas adaptaciones concretas en algunas especies como es el caso de los alces, que pastan vegetales acuáticos, o los renos, de hocicos peludos y anchos aptos para ramonear liquen en las zonas árticas. Son esbeltos herbíboros, si bien las especies más grandes tienen un cuerpo de echuras similares a un caballo, mientras que las más pequeñas resultan más rechonchas para poder moverse con facilidad por el sotobosque. Tienen el pelo liso o moteado en la mayoría de las especies, salvo algunas cuyo pelaje es más difuso como ocurre con los renos, y son los únicos mamíferos a los que les crecen astas o cuernas nuevas cada año, formadas por hueso muerto. En la mayoría de las especies que comprenden la familia, sólo las desarrollan los machos a partir del primer año de edad, aumentando de tamaño y complejidad a medida que el individuo va madurando; los machos las utilizan durante la época de apareamiento cuando compiten por las hembras, mientras que las hembras que sí son astadas al parecer las usan como elemento de defensa para sus crías, ya que el periodo de muda no coincide con el de los machos. Las astas empiezan a formarse a partir de dos protuberancias del cráneo. Al crecer, las recubre un terciopelo llamado "borra" que posee gran cantidad de vasos sanguíneos para alimentar el hueso que crece bajo ellas. Cuando las astas crecen, año tras año se van ramificando cada vez más hasta adquirir el porte de un individuo adulto bien formado. Finalmente, la borra cae, ayudada por su dueño que suele dejarla enganchada en matojos o ramas que ha usado para rascarse; esta borra es consumida por pequeños carnívoros distribuidos por el hábitat del ciervo ya que posee gran cantidad de minerales y otras sustancias alimenticias, especialmente en los extremos de la cuerna, considerada un manjar por el pueblo Inuik. Una vez que el asta está formada, aparece el cuerno nuevo listo para su uso, al principio de color claro pero que se oscurece rápidamente al contactar con el aire.

BIENVENIDOS ;)

Bienvenid@s al blog ,si no os guasta la caza o sois ecologicos de esos raros saliros de aqui imediatamente...........gracias ;).